sábado, 12 de abril de 2014

P. Sibilia Capítulo 2: Tecnociencia

Sibilia, P: Capitulo 2
Tecnociencia.

La inmortalidad
El personaje de la foto Krang, uno de los villanos de las "Tortugas Ninjas" (1987), que como vemos es un cerebro despojado de cuerpo, con una inteligencia sin igual, con boca, ojos y tentáculos.
"(...) continuar existiendo como una mente sin cerebro, que antes soportaba la vida mental..."
¿el final del Krang y el comienzo de la inmortalidad?
En este segundo capítulo, continúa empleando el término obsoleto, pero ahora, explayándose más en relación al organismo. Si nuestra estructura corporal es obsoleta, ¿desaparecemos o nos volvemos inmortales?
Para continuar comprendiendo en el libro se habla de dos vertientes, que bien son consecuentes. Por un lado, la tradición Prometeica, que con espíritu altruista, brega por el bien común de la humanidad, sin quebrar JAMÁS las fronteras de la naturaleza humana.
Por el otro lado, nos encontramos con la tradición faustica, con su impulso por la apropiación ilimitada de la naturaleza (humana y no humana) para ejercer  previsión y control.
En la transición hacia la tradición faustica, el sueño de la inmortalidad, pareciera volverse una posibilidad. El control total sobre la vida (en el amplio sentido de la palabra) ya supera las antiguas barreras biológicas. Hoy por hoy, se puede decidir realizar una amplia y bastísima gama de tratamientos: para retrasar el envejecimiento, para embellecer, para reparar, para contrarrestar, para rejuvenecer, para implantar, entre otros. E incluso hoy se puede decidir el mantenimiento o no de la vida de un ser querido, ya que las nuevas tecnologías así nos los permiten.
Con respecto a prolongar la existencia, ya lejos de una estructura corporal determinada, P. Sibilia, hace referencia a la inteligencia artificial, que consiste en la aspiración de extirpar la mente del cerebro humano y transferirlo a una computadora.
Parece que la utopía de Krang, si desapareció...

Espacio y temporalidad


En esta escena de la película "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban", sus protagonistas están envueltos por el reloj giratiempo, que permite volver el tiempo atrás, y es lo que le permite a la protagonista femenina concurrir varias clases a la vez. Pero ella utiliza una frase muy elocuente "NO SE PUEDE ESTAR EN DOS LUGARES A LA VEZ..."
La superación del espacio y el tiempo es otra de las virtudes, con las que contamos en el imperativo de la conexión. La teleinformática, nos permite superar, sortear los límites espaciales, e incluso, anular las distancias geográficas. Hoy es posible estar no en dos, sino en múltiples espacios a la vez. Mientras cursamos una materia vía twitter,  podemos programar un lavarropas, tomar mates con papá y hablar por chat con un amigo que vive en Israel. Cuantas cosas no?
Parece que estamos en todos lados, pero a la vez no nos sentimos en ninguno...
A la vez que todas las conexiones que realizamos en los espacios virtuales, sigue sumando datos e información  a la World Wide Web. Entonces Sibilia, plantea algo que resulta tan lógico, como intimidante: "... el hombre se vuelve tanto más sospechoso, cuanto más difícil sea encontrarlo..." 
Si bien todavía no esta al alcance de todos (todavía) volver el tiempo atrás, si podemos estar en dos lugares a la vez... O al menos sentirlo así...

Sibilia, P: Capitulo 1

El Hombre Postorgánico- P. Sibilia (2005)
Capitulo 1: Capitalismo

Arquitecto


"... No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni mortal ni inmortal, para que tu mismo, como hábil escultor, te forjes la forma que prefieras. [...] Plástico, moldeable, inacabado, versátil..."
Así versa en un párrafo, el primer capítulo del libro de Sibilia. La idea del arquitecto. del escultor es una idea que siempre rondó en el imaginario del hombre, aunque cobra realmente su auge, después del modernismo. Considerando que el concepto de Hombre, es meramente de la corriente humanista, nos encontramos en la actualidad con que dicha concepción resulta obsoleta...
Hoy el hombre dispone de herramientas para esculpirse, para acabarse, par completarse, aunque a pesar de ello, nunca se sienta así.
Y es así precisamente como se va configurando... Si bien resulta plástico y moldeable, y tal y como lo han demostrado las ciencias y las nuevas tecnologías, puede repararse, puede reinventarse mediante cirugías (en el caso de personas mayores) o mediante la industria genética (en los que están por nacer), el vacío y esa sensación de ser inacabado, también es una idea que ronda su imaginario, constantemente.
También vemos reflejada esta noción cuando hablamos de consumidor. a medida que avanza la tecnología y el mercado, aumentan también la demanda y la oferta.Y allí otra vez: el consumidor como ser inacabado, el cada vez necesita adquirir más productos, necesita un nuevo producto, porque el anterior, ya no lo completa.
También entra aquí, el consumo de productos y servicios, en pos del mejoramiento del cuerpo y de la imagen. La idea del ser perfecto. Y porque no, la idea de "crear" una raza perfecta... La eugenesia, el sueño de la autocreación, ahora, técnicamente ¿posible?

El consumidor:



el pasaje del productor- disciplinado , al consumidor- controlado, supuso un salto, no solo a nivel de instituciones, sino también a la concepción de hombre.
La figura de consumidor, en tanto persona que tiene capacidad de endeudarse, es parte del mercado; pero ya no solo como usuario, sino que también como producto.
Los denominados "perfiles de consumidor", son los que le dan a las grandes empresas el control sobre la producción y el mercado. Un control que se va extendiendo a todos por medio del marketing.
Como mencionaba en el anterior comentario, el hombre (en tanto ser inacabado), se constituye como el consumidor ¡¿Feliz?! que posee tarjetas (de crédito, débito), que le permiten el acceso a diversos bienes y servicios, con lo que brindan, aportan información a la gran base de datos de todas las empresas.
El consumidor feliz, endeudado, posee una deuda, que lejos de ser saldada, permanece allí, flexible, inestable, negociable... Pero lo mantiene en el mercado...